lunes, 14 de julio de 2008

El viejo camino del hombre.


El verdadero placer del hombre, no va en el hacer, va en el sentir y eso está claro.
Se me nubla la vista con la tormenta de arena, cerré los ojos y no se donde estoy ahora, camine con los ojos cerrados hasta donde mejor me sentí, pero no se donde estoy…
Contento, sonriendo sin saber motivos, tomé otra vez la guitarra para no sentirme tan solo, tan sin motivo, tan sin gracias, tan poco emotivo.
Nada cura el lamento, nada es mejor, todo sigue un curso plano, las melodías no evocan la misma sensación, no se donde estoy.
Caminaré con la música en mis hombros, sin confundirme, sin detenerme, pero buscaré en cada vitrina un indicio del como estoy haciendo las cosas.

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