sábado, 16 de febrero de 2008

Parte 2


" ¿ Eso es todo lo que tienes?" me preguntó, yo sólo asentí con la cabeza, si hablaba la desilusión se escaparía por la boca.
Comenzó él a engañarse ahora, siempre lo supe, tenía cosas que decir, lo tome del hombro con mi mano libre y le dije " no te engañes, todos debemos pasar por esto"; me entrego la botella y yo como gran gesto le dí mi cuchillo " no es gran cosa pero sirve, cuando el engaño existe no hay tiempo que perder", eso ya lo tenía él muy claro, así fue como procedió a cortar las plantas.
Ya la desilución se había calmado podía sonreir y gastar aún más mis emociones, en ese momento se abalanzó sobre mi y me preguntó " ¿ Esto lo va a saber alguien?", seguí riendo y le expliqué que yo sólo existía en su imaginación, y que yo reflejaba todos sus miedos en ese momento, estaba para ayudarlo.
Fue en ese instante cuando la música comenzó a sonar, con desilución por toda la pieza, este fue un engaño feliz.
Corrí tras de él, pero fue inútil, él no quería escucharme.
Tomó el cuchillo y corrió, gritaba a los cuatro vientos que era libre, que había ya visto su interior, y podía reconocer las penas.
El engaño brotó en mi y le dije "¿ Puedo quedarme contigo un momento?", el dijo que no, le arrebate el cuchillo, di un salto y desaparecí, quisiera saber de él, pero aprendió tanto que ya no me necesita.
Di un puntapie al aire y busque tristeza haciendo feliz a la gente, para mi buena suerte, estoy muy triste ahora, ya no hay desilución ni engaño.
Jugaba con Hurak hace un tiempo y sentí la necesidad de reflejarme en alguien, pero ya no soy el mismo, nunca volví a serlo desde que comprendí que tenía tanta desilución guardada.

1 comentario:

Anónimo dijo...

un gesto